El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, presentará el jueves un amplio programa de seguridad pública, en medio de un preocupante auge de la violencia y una investigación federal a su departamento de policía.
Se espera que la agenda incluya más apoyo y tutoría para adolescentes, un tema clave del discurso que dará en la noche en el colegio comunitario Malcom X.
El plan del alcalde, que le podría costar a la ciudad unos $50 millones de dólares, incluye la contratación de más de 500 oficiales policías, y la adición de otros 970 oficiales en un periodo de dos años, cámaras corporales para más agentes y capacitación obligatoria para los oficiales sobre como calmar situaciones.
Eddie Johnson, jefe de la policía de Chicago dice que más oficiales son necesarios en este momento que se vive en la ciudad.
“Hay más armas que nunca antes, las pandillas se han divido en facciones y a pesar de que se han debilitado, en algunos aspectos son menos estables e impredecibles”, dijo.
“Cada vez los miembros de las pandillas son más jóvenes, y el nivel de locura ha llegado a un punto jamás antes visto”.
El Departamento de Justicia federal lanzó una investigación sistemática de las prácticas del departamento de policía en la ciudad.
Entretanto, Emanuel ha tratado de realizar sus propios cambios, destituyendo al jefe de policía, aboliendo la agencia que lidiaba con las investigaciones del departamento y proponiendo un nuevo sistema para revisar mala conducta policial y auditorías del departamento.
Chicago ha registrado un enorme incremento en el número de tiroteos y homicidios en el último año.
Apenas en agosto hubo 90 homicidios, la primera vez en dos décadas que ha habido tantos en un solo mes.